La vida monástica benedictina llegó a Los Toldos de la mano de los monjes que vinieron desde Suiza para implantarla en esta región. Ellos fueron para nosotros el nexo de unión, por decirlo de alguna forma, entre san Benito y esta realidad actual que es el Monasterio de Los Toldos.

Ubicación de Los Toldos

Esta ciudad esta situada en el oeste de la Provincia de Buenos Aires (Argentina), sobre la ruta provincial número 65; y es la ciudad cabecera del Partido de General Viamonte. Desde Los toldos al Monasterio hay unos 20 kms., siendo esa ruta 65, la principal via de comunicación.

Para llegar al Monasterio desde Nueve de Julio se puede acceder por la ruta Nacional nº 5, la distancia del Monasterio a esta Ciudad es de 40 Kms. Desde Junín se puede acceder por la ruta nº 7. El Monasterio se encuentra a 60 Kms. desde Junín; solamente quien viene por este camino pasará por la ciudad de Los Toldos antes de llegar al Monasterio. Desde Buenos Aires hasta nuestro Monasterio la distancia es de 350 Kms. aproximadamente.

El Monasterio ofrece un lugar apto para el silencio, la reflexión, la oración. La Comunidad con su testimonio y acogida abre, para quienes vienen a pasar unos días con nosotros, la posibilidad de encontrarse consigo mismo y con el Señor Jesús. Se trata de una experiencia espiritual.

Die Benediktiner-Abtei CRISTO REY liegt 50 km nordwestlich von San Miguél de Tucumán, inmitten einer waldreichen Gebirgslandschaft im Norden Argentiniens, in der Nähe der Ortschaft EL SIAMBÓN. Die Fahrt dorthin ist allein ein Abenteuer: 27 km Landstraße, begleitet von Flüssen und Wasserfällen, eröffnen dem Pilger und Touristen eindrucksvolle Perspektiven unberührter Natur. Als die ersten Mönche vor 50 Jahren auf beschwerlichen Wegen in diese urwüchsige Gegend kamen, brauchte es viel Idealismus, um diesen Ort urbar zu machen. Sie suchten die Spuren Gottes in dieser Wildnis und fühlten sich eins mit dem Universum und der Schöpfung. Auch heute ist dieser Ort wie geschaffen für alle, die in großer Einfachheit und Naturverbundenheit eine Zeitlang den Spuren unserer Wurzeln folgen möchten. 

Das Kloster, aus Naturstein gebaut, hat eine neu renovierte Kirche. Pilger und Gäste werden mit benediktinischer Gastfreundschaft umsorgt. Die Mönche sind berühmt für ihren reinen Honig und Propolis, fertigen Konfitüren aus Beeren und Waldfrüchten und bewirten die Gäste in Restaurant und Cafetería.